Calentamiento global: las turbulencias serán cada vez más frecuentes

Calentamiento global: las turbulencias serán cada vez más frecuentes

En los próximos años, el transporte aéreo será cada vez más "problemático". ¿La causa? El calentamiento global. 

Sí, el fenómeno no sólo calienta la superficie de la Tierra, sino que también está cambiando los vientos atmosféricos a la altura a la que viajan los aviones. 

Como resultado, las turbulencias son cada vez más comunes y las luces rojas que nos obligan a abrocharnos los cinturones de seguridad pueden empezar a parpadear más a menudo.

'The Telegraph' señala que la turbulencia del aire es la principal causa de lesiones a los pasajeros durante los viajes aéreos. Al mismo tiempo, también es uno de los factores que causa más nerviosismo en quienes temen viajar en avión.

"El cambio climático está haciendo que la atmósfera sea más vulnerable a la inestabilidad que crea turbulencias", explica Paul Williams, del Centro Nacional de Ciencias Atmosféricas de la Universidad de Reading. 

Según Williams, las turbulencias podrían incluso triplicarse en un futuro cercano a medida que los niveles de dióxido de carbono aumenten.

Este aire es más fuerte que la gravedad. Y es por eso que la turbulencia es peligrosa en los aviones: "Los movimientos verticales ocurren más rápido que la gravedad. Si no nos abrochamos los cinturones o si algún objeto no se atasca, será catapultado", dice.

¿Qué causa las turbulencias?

Imaginemos un río que se extiende a lo largo de miles de kilómetros. Un río estrecho pero poco profundo, donde el agua circula a una velocidad vertiginosa. Si el agua de otros ríos penetra en este circuito, habrá una mezcla de fuerzas y el río se agitará. Esto es lo que sucede en los canales de aire. Y así nace la "turbulencia del aire". Cuanto mayor sea la mezcla de aire, mayor será el nivel de agitación.

Hay tres niveles de turbulencia: leve, moderada y severa. La tercera y más grave es también la más rara y muy poco frecuente.

El piloto estadounidense Patrick Smith admite que "los cielos se están volviendo más turbulentos" y también señala directamente al cambio climático. Pero al mismo tiempo, subraya que los medios de comunicación también son responsables de causar cierta "alarma social".

"Es obvio que a medida que el calentamiento global altere los patrones climáticos e intensifique las tormentas, las turbulencias severas serán cada vez más comunes", dice el piloto.

¿Qué pueden hacer los pilotos para evitar esta perturbación del aire? Muy poco. Pueden ajustar o cambiar la ruta del vuelo. También pueden ser guiados por informes de otros aviones. El problema es que la turbulencia es invisible, impredecible e indetectable en el radar. ¿Y qué pueden hacer los pasajeros? Muy poco también: abrocharse el cinturón de seguridad y mantener la calma.

A pesar de la "alarma social", Patrick Smith subraya que las turbulencias no siempre son peligrosas. "Los aviones están diseñados para soportar muchos daños. El nivel de turbulencia necesario para hacer estragos en el motor o doblar un ala es algo que ningún piloto experimentará en toda su vida de vuelo", dice Smith.

¿Qué hay de las heridas de los pasajeros? El piloto americano dice que se producen cuando los miembros de la tripulación no llevan puesto el cinturón de seguridad.

La industria de la aviación es líder en emisiones de dióxido de carbono. Estas emisiones están calentando el planeta Tierra, lo que también provoca un aumento de la circulación del aire. Así pues, la aviación parece ser víctima de su propio "delito".

 

Fuente: pressdigital

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